Nada como la natación

Sobrin@s, se acerca el verano y seguro que todos ya están con ganas de meterse un chapuzón. Claro, con este calor da ganas de tirarse a la piscina y vivir ahí durante toda la temporada. Y si bien esto puede sonar como una broma, muchos de ustedes me han comentado que practican natación diariamente y me parece increíble, porque les genera muchos beneficios. Es más, ¿qué les parece si se los cuento uno por uno? ¡Vamos ahí!


1.- Bajo impacto en los huesos y las articulaciones 
¡Obvio pues, sobrinaz@s! Cuando entramos al agua, nuestro cuerpo “pesa menos” y se rige por la flotabilidad, es decir, que no recibirá el impacto del asfalto o superficies duras. De esta manera, las articulaciones se desgastan menos y se preservan mejor. Loco, ¿no?


2.- Más flexibilidad y elasticidad

Debido a que, cuando nadamos, usamos la mayor cantidad de grupos musculares del cuerpo, las articulaciones se vuelven más flexibles, mientras que los músculos se tonifican, sobre todo los de la espalda. Por eso, le recomiendo a todos mis sobrin@s que sufren hernias, lumbalgias o problemas de cadera, que practiquen natación. El deporte también cura.


3.- Quema grasas

De acuerdo a la intensidad con la que la practiques, la natación te puede ayudar a quemar entre 500 y 600 calorías por hora. ¡Sí, leíste bien! Así que sería bueno que la incorpores en tus rutinas de ejercicios para perder peso.


4.- Mejora el sistema respiratorio y aumenta la capacidad pulmonar

¡Así es! En cada brazada y con cada toma de aire, se favorece el sistema respiratorio. Por ello, respirar es el primer paso para disfrutar la natación.

 

5.- Beneficios cardiorespiratorios

Cuando nadamos, mejora el consumo de oxígeno hasta en un 10% y el corazón puede impulsar un 18% más de sangre. Esto conlleva a una mejor circulación y una disminución de la frecuencia cardíaca, mientras que los ejercicios normales, la aumentan.


6.- Beneficios psicológicos

Al sumergirnos en el agua y concentrarnos en la respiración se produce un efecto inmediato: el cuerpo se relaja y se reduce la sensación de estrés. Quién diría que la natación incluía meditación.


Y bien, sobrin@s ¿se animaron a darse un chapuzón? Porque, mientras escribía la nota, me puse a alistar mi maletín deportivo y ya estoy listo para irme a nadar. Es momento de engreír al cuerpo, ¡así que a nadar! ¿Qué? ¿Cómo que no tienes ropa de baño? Hubieras empezado por ahí, entra a la web de Walon y escoge la que más te guste. ¡Nos vemos en la piscina!

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