Cascarita en México, picado en Argentina, pelada en Brasil o caimanera en Venezuela; existen miles de formas para denominar a nuestra querida pichanga. Y así como nosotros tenemos un nombre especial, por supuesto que también hay reglas especiales que aprendemos desde chibolos en el barrio. Por eso hoy, vamos a revisarlas y ver cómo han evolucionado en el tiempo, porque todo siempre mejora. ¡Atento al rebote!

Los equipos

Antes: Los dos mejores tenían que jugar en equipos diferentes y, después de regir con yan ken po, se encargaban de elegir al resto de jugadores.

Ahora: Los equipos se arman desde semanas antes del partido. A penas se concreta una pichanga, la gente empieza a convocar a sus mejores chacales. ¡COJOS NO ENTRAN!

La pelota

Antes: El dueño de la pelota tenía que jugar sí o sí, así sea una mazamorra o así no corra nada. Jugaba hasta que se cansaba y punto.

Ahora: La pelota te la dan los mismos que te alquilan la cancha, así que ya no te tienes que preocupar porque te manden al más malo del grupo. ¡Es tu momento!

Las reglas

Antes: Los equipos se ponían de acuerdo sobre todos los términos y condiciones “gol rodado o rodilla pa’ abajo”, “arquero fijo o arquero jugador”, “¿arco de 10 pasos o de 12?”, etc.

Ahora: Cuando alquilas una cancha, tienes la opción de pedir un árbitro para que no haya preferencias o discusiones durante el partido. Además, para que jueguen limpio y te paguen la apuesta pues sobrino. ¡Sale para el bidón de agua! Nada que fullvaso.

El tiempo

Antes: No había un tiempo definido para las pichanguitas, podían duran hasta los 10 goles o irse de largo durante horas hasta que ambos equipos se cansen y uno gane por “gol de oro”. 

Ahora: Depende del tiempo que quieras alquilar la cancha, generalmente, es por 1 o 2 horas máximo. Podrían ser más, pero dudamos que tu cuerpo tenga tanto rendimiento. Y si es así, estás perdiendo plata como pelotero, sobrino. ¡Entrena! 

Las broncas

Antes: Si habían peleas en el partido, éstas mismas se terminaban cuando concluía la pichanga y todos volvían a ser patas nuevamente.

Y ¿ahora? Ahora también pues sobrino, las pichangas han fortalecido los lazos amicales desde tiempo inmemorables, sino cómo crees que Jesús convocó a sus 12 discípulos. 

Para concluir, esperamos que puedas ir al ritmo de las nuevas tendencias que mueven al mundo deportivo y, más aún, a nuestra querida pichanga. Por eso, date una vuelta por www.walon.com.pe y chequea lo nuevo de la línea Pichanga que trae lo justo para que te vuelvas un crack en las canchas. 

Ya lo sabes, Pichanga es tu opción para ser el capitán goleador. ¡Ya no ya!